Fermentando en bolsas ZIP

Otro sistema de almacenamiento

He puesto en práctica un sistema de almacenamiento de las verduras fermentadas: las bolsas ZIP de congelación. Esta es una moda que se está extendiendo por todo el mundo de los aficionados a los alimentos fermentados, así que he querido experimentarlo para ver qué tal resulta.

Hay pocas opciones y lo suyo es usar las que tienen un cierre fuerte. Las que he usado no son las mejores, pues son delgadas y temo que se rompan. No obstante mi intención es probar el resultado de fermentar en ellas.

Estoy usando bolsas de la marca Aliada, de El Corte Inglés, y de 1 litro de capacidad.

Limitaciones

Debo decir que llenar una de estas bolsas con algo líquido es llevarla al límite, porque el dispositivo de cierre no está preparado para aguantar el peso de casi un kilo de algo líquido, y termina saliéndose por el cierre, puesto que no es estanco ni fuerte. Además, a medida que va pasando el tiempo las bolsas se hinchan por la producción de CO2 y el cierre ZIP se abre imperceptiblemente, con lo que hay que asegurarlo con pinzas o con otra cosa. No son bolsas que estén preparadas para mantenerse sin ser congeladas. No digo que congeladas sirvan muy bien, no lo dudo, pero pretender mantener el contenido a temperatura ambiente, además de creciendo por la producción de CO2, no es muy eficiente.

Además hay que procurar mantener la bolsa en posición vertical, pare evitar que el líquido llegue al cierre, y para que los gases de la fermentación suban y se concentren en la parte superior, para poder expulsarlos.

La expulsión del CO2 cada cierto tiempo te obliga a abrir la bolsa y volverla a cerrar, con lo que eso supone de riesgo de contaminación.

Yo he preparado dos fermentados, uno de repollo y otro de zanahoria, usando el mismo sistema (salmuera) que cuando lo hago en frasco de cristal normal. Una ventaja que tienen estas bolsas es que te permiten anotar en la etiqueta los datos básicos de lo que estás fermentando, pero reconozcamos que, frente a los problemas que ocasionan, no es grande.

Resultados

Mi experiencia hasta ahora con ellas es que, en ellas, se producen menos «capas blancas» debido al aire. La capa blanca es la que anuncia la producción de moho. Pues bien, para dos fermentados realizados a la vez, uno en frasco de cristal y otro en bolsa ZIP, hay que reconocer que en la bolsa no se ha producido el inicio de la capa de moho, mientras que en el frasco sí lo ha hecho. Esto se debe seguramente a que en el frasco hay una capa de aire que no existe en la bolsa. En la fotografía de arriba de la bolsa con zanahoria fermentada se puede observar que la parte de arriba no tiene aire, porque antes de cerrar he procurado sacarlo, mediante la presión en la bolsa. Es decir, que una ventaja de las bolsas es que puedes hacer el vacío con más facilidad que en los frascos de vidrio.

Eso mismo se puede observar en la bolsa de repollo. Ya digo que la posición de las bolsas no es la natural porque así, al menos con esta marca y esa cantidad de fermentado, termina saliendo gota a gota la salmuera. No creo que haya riesgo de que se queden secas, pero a mí no me gusta que ocurra eso. Es sucio y prefiero la que sea estanco.

En Amazon tenemos la posibilidad de encontrar bolsas ZIP de marcas distintas: parece que la que tiene el cierre más fuerte es la marca ALBAL. Es posible que en breve las compre y las pruebe.

Resumiendo

Más estancas que los frascos, porque se puede apretar la bolsa y hacer el vacío. O al menos sacar el aire, pero menos fiables porque si pesan mucho el cierre no es perfecto y se puede salir la salmuera.

No generan moho.

Difíciles de mantener verticales. Incómodas de almacenar.

¡¡Este artículo ha sido leido 11774 veces!!